lunes, 25 de marzo de 2013

Ven. Entra despacio. No lo dudes, acércate sin miedo, estoy aquí. Cierra los ojos. Ahora, ábrelos. Mírame. Dibuja esas sonrisa que tanto me gusta. Si, esa que te ilumina la cara, esa que te hace ser el chico más guapo del planeta. Ven. Es un placer que te sientes a mi lado, que se rocen nuestros cuerpos cálidos, que gritemos juntos lo que somos, que me cojas de la mano, que juguemos a ser uno. Adoro sentirme cerca de ti. Es como si nuestros corazones latiesen al mismo tiempo, al ritmo de la misma canción. ¿Lo oyes? Ven.  Déjame enlazar mis piernas con las tuyas. Átame a ti. Cierra el candado que une nuestros cuerpos. No te separes nunca de mi. Eres todo lo que siempre quise. Eres único , la melodía de mi vida, las palabras del poeta en primavera. ¿Puedo besarte? Ven. Permite que pruebe tus labios, que averigüe a que sabe tu boca. Cierra otra vez los ojos. Déjate llevar. Lento. Muy lento. Poco a poco. Escribe tus deseos en mi piel.  No te vayas. Quédate conmigo. Gritemos de nuevo juntos. No, no son lágrima. Es lluvia lo que baña mis mejillas. No dejaré que mi dolor te hable. Debes  saber que me muero cuando no estás. Te espero en mi próximo sueño.

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