Quiero quitarme éste abrigo de tristeza, la bufanda de recuerdos, el vestido de añoranza, las medias de sufrimiento, los zapatos del dolor, que mi maquillaje se lo lleve mis últimas lagrimas, las últimas digo, porque no derramaré ni una más por alguien que no me amó.

Una vez desnuda, quiero ducharme para quitarme todo rastro de ti, eliminar tu olor y tu memoria, enjabonarme entera con un alma nueva, llena de mi, esa que un día fui, antes de que te conocí.

Pasaré en la ducha un buen rato, el que sea necesario para dejarte allí, las yemas arrugadas mientras el agua te lleva lejos, mirar al desagüe y verte partir.

Un contraste de temperatura necesitaré para volver a vivir. Fría, para olvidarte, templada, para sentir, caliente, para que el vaho permita dibujarme a mí, sólo a mí, en el espejo al salir.

Me secaré con una toalla que me acaricie, me arrolle, me arrope. Me quedaré sentada, envuelta en ella, agarrada a las rodillas y esperaré hasta que tu humedad se evapore, en silencio, pensando en ti.

Cuando me encuentre con fuerza, me levantaré, la dejaré resbalar, lentamente, conscientemente al pensar que es lo último de tí.

Y saldré radiante, nueva, oliendo de nuevo a mí, dejando atrás el pasado que tanto me hizo sufrir.

Me estoy viendo, abriendo el armario, indecisa por decidir, que me pongo? Estoy ansiosa, voy a volver a vivir!

Ese pantalón ajustado que me marque mi entusiasmo, ese jersey con escote que deje entrever que soy yo la que vuelve a sentir, y esas botas, usadas y rotas, pero cómodas que me indicarán el nuevo camino a seguir... Una sonrisa en mi cara y estoy lista, estoy aquí!

Quiero quitarme éste abrigo...