No puedes elegir si te van a hacer daño en este mundo, pero si elegir quien te lo hace.
                              

Si está lejos, búscala.
Si está cerca, abrázala.
Si está enferma, cuídala.
Si está susceptible, quiérela.
Si está enojada, sopórtala.

Sueño con que un día al despertarme te abrace y no haya el hueco vació en mi cama, que impaciente espera que tú lo ocupes. Sueño con todo eso que me prometes cada día, y que sé que serás capaz de cumplir. Sueño contigo hasta el punto en el que el miedo me recorre el cuerpo de perderte y el posible sueño más bonito se convierte en la pesadilla más absurda. Y si, seré la que te llena el buzón de entrada con el mensaje más tonto para que en tu peor día saques una sonrisa, esa que me enloquece. Seré la que tiene la mente ocupada en tí las 24 horas del día. Seré la que te desespere hasta que te rías por no llorar. Seré la afortunada de tenerte siempre. Seré la que te de los buenos días y las buenas noches. Seré la que siempre estara ahí. Seré todo lo que necesitas.